Este proyecto de reforma integral transformó por completo una vivienda, optimizando su distribución y maximizando su luminosidad. Uno de los objetivos principales fue eliminar el pasillo, lo que permitió abrir y unificar los espacios comunes, creando un flujo más fluido entre las diferentes estancias de la casa. Esta reconfiguración no solo mejoró la funcionalidad, sino que también permitió que la luz natural pudiera recorrer cada rincón de la vivienda, aportando una sensación de amplitud y bienestar.
Se eliminaron paredes innecesarias, lo que generó un espacio más abierto y conectado, aprovechando al máximo las vistas exteriores y la luz natural que inunda la casa a lo largo del día. El uso de tonos claros en las paredes, el mobiliario y los acabados contribuyó a reflejar y amplificar esa luminosidad, creando una atmósfera cálida y acogedora.
Además, se incorporó un sistema de suelo radiante, que no solo aporta un confort térmico excepcional, sino que también permite una distribución más libre y flexible del mobiliario, sin la necesidad de radiadores visibles. El resultado final es una vivienda que se disfruta en cada rincón.